Venus y Adonis

Ver en pantalla completa Luisa caminó hacia el interior del cuarto con sigilo, Mario entró primero, encendió la luz y cerró la puerta cuando ella estuvo adentro. Era un cuarto grande para una sola persona, sin más iluminación que la lámpara en la pared frente a la puerta, una cama del lado izquierdo y junto a ella una mesa rustica llena de hojas desordenadas y pocillos sucios(continúa).